Medios de Comunicación

m

m

jueves, 1 de noviembre de 2012

DIVORCIARSE CON AMOR


Es posible que esta frase no sea “convencionalmente” adecuada a la situación que vive y que siempre ha vivido, el proceso de una separación conyugal. Las cosas están cambiando, la sociedad se está adecuando a este “estrés” diario que poco a poco, va haciendo mella en todos nosotros.

Pues bien, el CAMBIO es necesario; es interesante observar las diferentes respuestas de los individuos ante una misma realidad o situación.
Algunos eligen seguir siendo parte del problema, otros en cambio, se implican para ser parte de la solución.

Es complicado ver otras realidades cuando estamos inmersos en un proceso de divorcio.

Nuestra sociedad, nuestra cultura, nos ha transmitido que cuando el matrimonio termina, todo termina, que esto supone un fracaso, que habrá que determinar quien ha sido el/la culpable y prepararse para luchar por lo que es de cada uno/a. Este sentido de la propiedad individual también se traslada a los hijos/as del matrimonio, considerados  en muchas ocasiones, moneda de cambio para una negociación.
Yo, me pregunto: ¿es que nadie se da cuenta de que así no vamos bien? 

Si realmente existe un sentimiento de AMOR PROFUNDO hacia nuestros hijos, ¿Por qué nos empeñamos en luchar en vez de colaborar? 

Cuando nace un hijo/a automáticamente nos convertimos en PADRE Y MADRE PARA TODA LA VIDA, es decir, el compromiso y la responsabilidad perdura hasta el fin de nuestros días y esta figura  no podrá ser sustituida por nada ni nadie.

Como pareja, es aconsejable ser conscientes de que se atraviesa un duelo, que se pasan diferentes fases, que es un proceso cíclico, que cada parte se encuentra en momentos diferentes, por esto, es importante gestionar nuestras emociones de modo que el conflicto se rebaje lo más posible. Solo de este modo estaremos preparados y preparadas para un EFECTIVA NEGOCIACIÓN y, por supuesto, empezaremos a ser conscientes de nuestra RESPONSABILIDAD.

¿Qué es la RESPONSABILIDAD? 

La RESPONSABILIDAD es aprender a dar respuestas “no agresivas” a nuestro caos emocional. Es apreciar que “mi bienestar” está relacionado con el bienestar del otro/a; al igual que “mi sufrimiento” también está relacionado con el sufrimiento del otro. 

Por consiguiente, cuando hablo de “DIVORCIARSE CON AMOR” no propongo algo inviable o utópico…propongo una forma de hacer bien las cosas y que de alguna manera beneficie a toda la sociedad.

Es una propuesta a la sensatez, al “darnos cuenta” de que lo que les hacemos a nuestros hijos, ellos se lo harán a sí mismos y a los demás.

Nuestros hijos necesitan “por igual” a su padre y a su madre, necesitan mantener intacta tanto la figura del padre como la de la madre porque esto contribuye a mejorar su estabilidad emocional. Nosotros los padres y las madres somos su ejemplo, su guía, su referencia en la vida…

No es el divorcio lo que les afecta y desequilibra, es nuestra actitud hacia él. 

Por todo ello, te invito, si estas atravesando una situación de este tipo, a que hagas la siguiente reflexión:

“YO SOY EL ADULTO, YO SOY EL RESPONSABLE, MI MATRIMONIO NO HA FUNCIONADO, MI RELACIÓN DE PAREJA YA NO EXISTE PERO…SOY PADRE/MADRE, LO VOY A SER HASTA EL FIN DE MI EXISTENCIA.
PUEDO FORMAR PARTE DE QUE LA SITUACIÓN MEJORE, DE DEJAR A UN LADO EL CONFLICTO CON MI “EXPAREJA” Y COMENZAR A CONVIVIR CON EL PADRE/MADRE DE NUESTROS HIJOS.
SON NUESTROS HIJOS, SOMOS SUS CUIDADORES, TENEMOS EL DEBER DE ASEGURAR SU BIENESTAR Y ELLOS EL DERECHO DE ESTAR BIEN.
NO LUCHES, COLABORA Y BUSCA LA PAZ DENTRO DE TI”

No hay comentarios:

Publicar un comentario