Medios de Comunicación

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martes, 22 de octubre de 2013




"EJEMPLO DE VIDA"


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Muchas veces me pregunto qué pensamientos pasarán por las cabezas de los niños, te sorprenden continuamente, con sus miradas, expresiones, su creatividad, su manera de ver y entender el mundo que los rodea.

Me ayuda mucho observar a los niños, cuando juegan, cuando se relacionan con otros niños y también cuando interaccionan con sus padres.

Estoy convencida que estas "pequeñas personas" son los mayores detectores emocionales que existen, que entienden el lenguaje de las emociones mejor que cualquier licenciado  de la más prestigiosa universidad.

Los niños y las niñas sin hablar hablan, sin mirar ven pero sobre todo SIENTEN, sienten las emociones de aquellos que los rodean, saben lo que ocurre sin explicaciones, espían en silencio, observan y callan, esperan pacientes aunque a veces, nos de la sensación de que no se enteran de nada...

Es curioso y sorprendente que "ese don" vaya caducando con el tiempo, quizás no sabemos o no nos enseñan a mantenerlo y desarrollarlo, quizás no interesa.

Todos y todas fuimos niños alguna vez, en algún lugar permanece esta capacidad y me gusta entenderlo así cuando observo a los demás.

Nosotros "las personas grandes" somos maestros y maestras de vida para nuestros hijos, nuestros comportamientos, nuestro lenguaje, actitud, nuestras decisiones van constituyendo la brújula por la que se van a orientar, marcamos su camino.

Y creo que no somos del todo conscientes, podemos transformar cada día nuestra realidad, sacar el mejor partido a las situaciones,  ofrecer lo mejor y  esperar lo mejor.

Y es cuando surgen estos cambios, cuando la vida nos ofrece la oportunidad de ser "maestros de vida" cuando podemos ofrecer todo nuestro potencial y creatividad para no hacer lo mismo de siempre, lo establecido, lo marcado, lo pautado.

Nada se rompe, nada termina...cambia de forma.

Lo más importante es confiar en que los cambios nos traen oportunidades, nos enseñan a vivir, son luz en nuestras vidas y podemos aprender siempre de ellos.

Cada mañana cuando ponemos el pie en el suelo ya empieza el reto, la rutina la creamos nosotros porque ningún día es similar al anterior.

Nos pasan cosas, nos cruzamos con caras diferentes, olores, sabores, colores...nuestra capacidad de asombro dependerá de cómo eduquemos la mirada, si lo hacemos desde la perspectiva del niño o del adulto.

La vida nos da pistas, nos ofrece mil oportunidades cada día, nos manda mensajes, señales...es un misterio todo lo que podemos aprender simplemente escuchando nuestro instinto, estando atentos, observando, alerta.

Dice Fidel Delgado "la causa del sufrimiento es la memoria y la imaginación" y estoy de acuerdo, cada día presente, mente en blanco, confiar y esperar lo mejor.

"Pienso que vivir constituye, en lo que a mí respecta, una oportunidad que no me será concedida una segunda vez: una oportunidad no porque la vida nos haga regalos y porque en una balanza ideal la suma de los placeres sea superior a la de las penas, si no porque valoro cada momento la suerte que tengo de estar vivo, de acceder cada mañana a la luz y cada noche a las sombras, de que las cosas no hayan perdido su brillo inicial y pueda percibir enseguida el brillo de una sonrisa, el principio de una contrariedad en un rostro; en una palabra, de que el mundo me hable".

Pierre Sansot.

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